Cuando he conseguido realizar unos estudios, acabar un curso, terminar una carrera, encontrar un trabajo.... parece que voy a poder respirar tranquilo. ¡Ya he llegado! (¿a dónde....?)
Pero luego hay que seguir subiendo; y otra vez exámenes, un nuevo empleo - y mejor- una novia de sueño, y a dormir tranquilo- ¡Ahora si que ya he llegado! (¿a dónde?) Sí he llegado. Lo he conseguido. Mi trabajo es bueno, y mi vida feliz. Mientras tanto, en todo el ardor de la lucha por la vida, me he olvidado de los demás. (¿y qué son los demás?) Qué los demás no hayan podido estudiar, ¡mala suerte! Que tienen un trabajo de perros, ¡todavía hay clases, por favor! Que están en el paro, marginados, necesitados, ¡así es la vida!
Y así soy yo cada día más feliz -perdona dejémoslo en más tranquilo y más.... No será que me estoy haciendo más feliz a costa de otros que no lo son. - Lo único cierto es que hay mucha gente necesitada, sin esperanza, sola y triste.... No nos engañemos, al decir: ricos y pobres; felicidad y fracaso, puede parecer una vez más que es equivalente el éxito con el dinero, y el fracaso con la pobreza. (Ja)
Querer llegar solos y como sea a la meta y para ello es imprescindible hundir a los demás - no nos engañemos hay un estilo de vida distinto y FELIZ; ser cristiano, seguir a Jesús .... es lo imprescindible.
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